Ruegen

Puede decirse que la elevación del paisaje Báltico de la Isla de Rügen al altar de los mitos comenzó en 1801. Aquel verano un visitante singular contempló el mar desde sus chatos acantilados (para quien ha crecido en las crestas cantábricas azotadas por la galerna así se aprecia) y pisó sus playas pedregosas. Tenía 27 años y se llamaba Caspar David Friedrich. Vaciedad, distamcia, silencio y recogimiento quasireigioso. Caracteristicas para la santificación y la idealización de una Weltanschauung que la pequeña burguesía romántica hizo suya con la ayuda inestimable de Wilhelm Humboldt, Schleiermacher. Henriette Herz, Wilhelm Müller ((Shells from Rügen Island) o Ernst Moritz Arndt. Para entender el corazón de Alemania conviene visitar Rügen.